Los seres humanos, vamos evolucionando y desarrollando a medida que van pasando los años, tal es el caso de las muelas de juicio o los terceros y últimos molares en aparecer, los cuales hacen parte de la estructura dental a partir de la adolescencia tardía en la mayoría de los casos, aunque en otros, se pueden llegar a tardar hasta los veinte años o más, completando así las 32 piezas que conforman la estructura dental del adulto.
Posibles inconvenientes antes, durante y después de la aparición de cordales
Pero como es bien sabido, estas cuatro últimas muelas, inclusive antes de su aparición, resultan ser muy molestas e incómodas, ya que no solamente su aparición significa el traslado paulatino de los dientes para que de esta manera se abra espacio y puedan salir, pudiendo llegar a causar problemas de desplazamiento inadecuado de las piezas dentales, sino que también es posible que estas vengan en una mala posición, lo cual es sinónimo de dolor.
Esto se debe a que, al no estar en correcta posición, su brote o aparición no se realiza de la manera adecuada. Inclusive en caso de que la aparición de estas controversiales muelas se haya dado en condiciones óptimas para el paciente y no haya significado mayor dolor o molestia el proceso, el factor higiénico resulta verdaderamente incómodo.
Al encontrarse tan alejadas, es difícil llegar a ellas con el hilo dental y hacer una correcta limpieza de las mismas de la manera tan sencilla como se haría con otras piezas dentales de más fácil alcance.
¿Es necesario extraerlas o no?
Las visitas periódicas al dentista son altamente necesarias durante cualquier etapa de la vida humana, lo recomendable es acudir al menos una vez anualmente al especialista bucal, esto nos permitirá evaluar los problemas que puedan estar presentando las piezas dentales existentes como caries, desplazamientos, fracturas, entre otros.
Además de que permitirán al especialista determinar cómo se va dando la evolución y el desarrollo de las piezas dentales que aún están por salir, generalmente mediante radiografías o panorámicas, las cuales le dejan ver al odontólogo, la posición en la que vienen, el estado de las raíces y qué tanto espacio tienen para su crecimiento.
Basándose, en esto los especialistas podrán determinar qué tan recomendable es la extracción de las cordales o muelas del juicio en cada caso, es importante aclarar que, aunque es una decisión totalmente libre a criterio del paciente, no en todos los casos es necesario extraer las piezas.
Existen casos en las que puede ser que las muelas tengan el espacio suficiente para brotar y que tanto las raíces como la posición en la que se encuentra la pieza estén en las condiciones adecuadas, sin embargo, de no ser así, los especialistas recomiendan extraerlas, para, de tal modo, evitar el desplazamiento de los demás dientes ya existentes o cualquier problema mayor que pueda cambiar la forma de la mordida del paciente.
¿Cuándo es el momento “ideal” para extraerlas?
Lo más recomendable es que, de ser necesario, se realice la extracción durante la adolescencia cuando estas aún no brotan, de modo tal que, tanto las raíces como los huesos, no estén tan desarrollados y sea más fácil a la hora de extraer y de recuperarse.
